17 mayo 2010

otra noche de insomnio


Hace un tiempo que los golpes y raspones me dejan marcas que no se borran, no me pasaba lo mismo de niña, cuando jugaba horas en el parque me lastimaba y a los días desaparecía la marca. No es lo único que perdí de mi infancia.

De niña fui poco sociable (no es que ahora haya cambiado mucho) prefería jugar sola, pasar horas armando mundos imaginarios, creando personajes, dando vida a mi caja de juguetes.

Cualquier cosa tomaba vida, mis zapatillas, los patines, los lápices, las tapitas, latas, etc. Hubo un tiempo que me encariñe con una lupa, andaba por la vida distorsionando los objetos con ella.

Con el tiempo había olvidado lo divertido de vivir mi propia realidad, mi propia vida.

Ya no mas, es momento de volver a jugar. El mundo es mi caja de juguetes…